Para los que eran enterrados en la cultura teotihuacana, eran héroes divinizados sepultados con máscaras para presentarse en el inframundo como las grandes deidades.
Las máscaras de Teotihuacan son bellezas únicas, eran labradas por excepcionales talladores con la mayor calidad posible talladas en piedras duras. Las características de estas máscaras son rostros humanos sin ningún tipo de individualización, a veces recubiertas con mosaicos de turquesa, coral y obsidiana.
TEOTIHUACÁN, LA CIUDAD CON LAS PIRÁMIDES MÁS GRANDES DE MESOAMÉRICA
Negro como mi corazón es un concepto inspirado en el libro sagrado Popol Vuh, que nos habla de la creación del hombre y la obsidiana, roca fundamental para las culturas prehispánicas.
MÁSCARAS
En este año lanzamos esta mascada inspirada en las grandes máscaras Teotihuacanas, piezas excepcionales talladas increíblemente en piedras duras, las características son ojos ovalados, cejas alargadas, nariz recta ligeramente ancha, boca entreabierta y orejeras rectangulares. En el centro de esta mascada está una re interpretación de estas máscaras icónicas de la cultura Teotihuacana.
MALINALTEPEC
La máscara de Malinaltepec es un ejemplar único, una pieza de piedra realizada entre los años 100-650 d.C. Fue hallada en 1921 por el arqueólogo Porfirio Aguirre en el interior de un montículo funerario cercano a Malinaltepec (Guerrero). La base es de piedra verde, 800 años después se le adhirieron 762 fragmentos de piedra cuadrangulares de amazonita, turquesa y concha, para representar el rostro de una deidad acuática, probablemente Chalchihuitlicue. Detrás de la ilustración de la máscara viene una parte se ccionada de color azul, haciendo alución a los pequeños mosaicos, y a su vez está el color azul presente en la mascada representando la deidad acuática.
VASO ESTUCADO
Por lo general, los vasos ceremoniales teotihuacanos se decoraban con figuras en alto relieve. Los usaban las clases gobernantes para depositarlos como ofrendas y en algunos casos como urnas funerarias. Uno de los vasos más hermoso data del 400 y 750 d. C. pieza decorada con plantas y flores relacionados con la fertilidad, a veces aluden a un lugar paradisíaco y otras veces se refirieren al canto y la belleza de las palabras. La flor de cuatro pétalos es el patrón que se repite ya que su significado, según algunos autores, relacionan la flor de cuatro pétalos con la cueva que se encuentra bajo la Pirámide del Sol, la cual fue modificada para darle forma de flor y que es posible que haya funcionado como lugar sagrado.